15 de agosto de 1916 - Milán, Italia
21 de junio de 1999 - Milán, Italia
Psiquiatra e innovadora de la psicoterapia individual de la anorexia. Es considerada como una de las creadoras de la terapia familiar.
22 de agosto de 1932 - Venecia, Italia
12 de enero de 2015 - Brescia
Pediatra y psiquiatra, trabajó en introducir la terapia familiar desde el psicoanálisis. Fue director del Centro de Terapia de la Familia, de Milán.
22 de agosto de 1932 - Nogarole Vicentino, Italia
2 de febrero de 2004 - Brescia, Italia
Psiquiatra y psicoterapeuta italiano, fundador junto con sus colegas Selvini y Boscolo del movimiento de terapia familiar nombrado "Milan Approach"
En la hipotetización, a través del diálogo formula una hipótesis (construcción) y verifica la plausibilidad de la misma al hacer preguntas circulares, lo que genera respuestas con las que surgen nuevos elementos (deconstrucción), y se generarán nuevas hipótesis, y así sucesivamente (Boscolo y Bertrando, 1987).
La circularidad implica la observación de los mensajes verbales y no verbales del cliente, así como de aquella retroalimentación que el terapeuta está dando al cliente. Incluso, al observar esta interacción de retroalimentación entre ambos individuos se hablaría de una visión "espiral" que también considera el tiempo, y que en cada vuelta se obtiene un resultado distinto al inicial. Asimismo, proporciona al terapeuta la posibilidad de evaluar sus hipótesis y desarrollar nuevas (Boscolo y Bertrando, 1987).
El concepto de neutralidad surge a partir del constructivismo y la cibernética de segundo orden. Se basa en la búsqueda de evitar la parcialidad con los consultantes, es decir, que el terapeuta debe estar al pendiente de sus acciones para que no se vean envueltas por juicios de valor morales o sociales, o que apoye de forma constante a uno de los participantes de las sesiones, o bien a una idea concreta del consultante. El terapeuta debe permanecer neutral para favorecer la creación de nuevas hipótesis para la solución del tema que traiga al consultante a terapia. Esto suele ser complicado, ya que toda persona tiene ideas y creencias propias, por ello el terapeuta debe estar al pendiente de sí mismo para mantener un estado de neutralidad (Boscolo y Bertrando, 1987).
Para el modelo de Milán se hace importante hacer uso de estos conceptos mencionados para la búsqueda del entendimiento y resolución del problema o motivo de consulta. Se busca por medio de la curiosidad del terapeuta generar preguntas circulares hacia los consultantes con las cuales ayudarán a conocer distintas miradas del mismo hecho. A su vez, el consultante obtiene información que ayuda a cambiar la forma en que percibe y entiende el conflicto, dando paso a distintas maneras en que se puede resolver el tema que lo aqueja. El psicólogo debe prestar atención a la comunicación no verbal del consultante, ya que de ella se puede obtener información respecto a lo que le hace sentir distintos aspectos del problema a resolver. Asimismo, las habilidades del terapeuta serán esenciales para el desarrollo de las sesiones, ya que deberá ser empático, curioso, con sentido del humor y atento para que las sesiones puedan permanecer en ese estado de exploración (Boscolo y Bertrando, 1987).
-Boscolo, L., y Bertrando, P. (1987). La terapia sistémica de Milán. En A. Roizblatt, Terapia familiar y de pareja (pp. 224-243), Mediterraneo.